Quién vio los templos caer


PREMIERE MUNDIAL: CPH:DOX 2025 | NEXT:WAVE
- Mención Especial del Jurado
Desde hace dos siglos, Chorrojumo deambula en silencio por las calles de Granada. El que un día fue "el Rey de los Jitanos” espera bajo el sol alguna moneda. El limbo en el que habita es interrumpido por la llegada de Anas, un joven marroquí en busca de la casa de sus antepasados, los últimos moriscos expulsados de Granada, y de la que sólo conserva una antigua llave. Juntos inician una búsqueda por las ruinas de una ciudad en transformación.
Biofilmografía
Lucía Selva, nacida en Granada en 1998, estudió cinematografía en la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC), donde se especializó en Dirección de Fotografía. Centra su interés en la artesanía cinematográfica y la creación de nuevos lenguajes y estéticas, que la han llevado a trabajar en fotografía, diseño gráfico, videoclips, no ficción y videoensayo, atraída por la experimentación con diferentes soportes, la creación digital y la luz. Su videoensayo In Memoriam fue seleccionado en Filmadrid (2020) y distribuido por MUBI y Filmin. Sus trabajos abordan la relación entre la identidad y el espacio, como se manifiesta en Quién vio los templos caer (2025), su primer largometraje. Ha realizado el máster de Creación en la Elías Querejeta Zine Eskola, y actualmente se encuentra desarrollando su próxima película, mientras la compagina con la realización de proyectos cortometrajes e instalativos, como una manera de expandir la práctica fílmica y la experimentación entorno a la imagen.
Filmografía:
In Memoriam (2020) - Videoensayo (11 min.)
Quién vio los templos caer (2025) - Largometraje
Nota de intención:
Hace cinco años me mudé a Barcelona. El cambio a la gran ciudad tuvo en mí un gran impacto al descubrir cómo funcionaba la gran urbe, y entender las diferencias respecto a una ciudad pequeña como Granada. Desde la organización urbanística a la diferencia en las relaciones, los ritmos que imponía el espacio, y las consecuencias de habitar tantas personas de manera concentrada... Sin embargo, el verdadero descubrimiento no tuvo que ver con Barcelona, sino con el distanciamiento de mi ciudad.
Durante estos cinco años he viajado breve e intermitentemente a Granada. Con cada vuelta aprendía a mirar la ciudad de una manera distinta, en un inicio poniendo énfasis en esos espacios en los que me reconocía y que añoraba lejos de allí. Más tarde, la mirada nostálgica comenzó a percibir los cambios sustanciales y sistemáticos que se estaban dando en mi entorno y que yo sufría de manera más dramática debido a mis ausencias. Mi vivencia no continuada del espacio había dado lugar a una conciencia viva de la alteración de la ciudad, de su estética, de su organización e identidad, que estaba generando cambios en la manera en la que la ciudadanía la habitaba y se relacionaba con el espacio.
El doble proceso de homogeneización del espacio, las construcciones, los comercios, la identidad de todos ellos, y la destrucción de lo antiguo, de las ruinas, del pasado, chocaba con la preservación casi enfermiza de aquellas otras ruinas llamadas monumentos que parecían resumir la identidad del pueblo, aun habiéndose asfixiado tanto, como para convertirse en un espacio de consumo. Esta sistemática destrucción del espacio podía verse no sólo en Granada, sino en todas nuestras ciudades.
La ironía que me proponía mi ciudad con cada vuelta me llevó a explorar la relación que mantenía el espacio y la identidad que en él se forja, esa sinergia que crece en quienes lo habitan. En el proceso, no dejaba de pensar en la idea del fin que lo sobrevolaba todo: de un tiempo, de una época, de una generación, de un lugar. Deseaba realizar un retrato de Granada en un momento clave, en el que se debatía entre la supervivencia de sus últimos hitos o la transición hacia el olvido. Una carta de despedida a la ciudad, para poder recordarla para siempre, como yo la conocí.
El retrato debía incluir todo; los espacios. las personas que formaban la ciudad, mis amigas, mi familia, las leyendas e imágenes que habitaban en nosotrxs, los personajes célebres de la cultura y de la calle, los conflictos que viven en la ciudad, su historia, y sus muros, viejos y nuevos. Así es como la película se llenó de las personas que forman Granada y los conflictos que la acechan, con no actores y recreación de sucesos o inspiración en hechos reales, tratamos de nutrirnos de la realidad y la magia de la ciudad.
La compleja historia de Granada había dado lugar a mitos y leyendas que forman parte de nuestra cultura, hasta el punto de que en ocasiones es difícil distinguir dónde termina el hecho histórico y comienza la imaginación. Todas esas imágenes, ese saber popular, oral, lleno de confusiones y versiones contradictorias, era también nuestra historia y nuestro recuerdo, y se estaba olvidando. En ocasiones pensaba en Granada como una de esas ciudades perdidas o desaparecidas de las que se ha perdido su lugar en el mapa pero cuya memoria se conserva en mitos y leyendas. La desaparición de Granada se convirtió en el mito fundacional de nuestra historia, y poblamos la película de seres mitológicos.
EQUIPO
Dirección: Lucia Selva
Personajes: José Fernández (Chorrojumo), Anas Derbal, Curro Albaicín (Narrator)
Productores: Guillem Mula Blanch, Daniel Peña, Alejandro González, Irene M. Borrego, Mariangela Mondolo-Burghard
Guion: Joan López Alonso, Lucía Selva
Dirección de fotografía: Jan Haase
Grabación de sonido: David Liñán
Diseño de sonido: Laura Gantes
Mezcla de sonido: Laura Gantes
Edición: Alicia Tapounet, Lucía Selva
Música: (Shelly SNTK) Martí Valverde
Dirección de arte: Gloria Ribas
Compañías productoras: Mubox.Studio, 59 en Conserva
Distribución & Ventas Internacionales: Les Films de la Résistance
FESTIVALES & PREMIOS
Estreno Mundial
CPH:DOX 2025 | NEXT:WAVE
- Mención Especial del Jurado
Otros Festivales
Shanghai International Film Festival | International Panorama SIFF Documentaries